Cuando recibas tu aparador, se recomienda tratar el aparador con aceite especial para roble, que mejora su resistencia a las manchas y líquidos. También se recomienda seguir cuidando el producto repitiendo este tratamiento 2-3 veces al año. Limpiar frecuente y cuidadosamente con un paño suave y seco según los patrones de veta de la madera. El producto no debe exponerse a humedad excesiva, calor o luz solar directa.