Esta lámpara colgante de 1956 es un ejemplo impactante del juego de Serge Mouille con el equilibrio y el movimiento. La combinación de brazos fijos y giratorios, y líneas rectas y curvas, crea una expresión dinámica de grande ligereza visual. Los reflectores ajustables de aluminio proporcionan una iluminación flexible, mientras que los detalles de latón aportan calidez y delicadeza. Una lámpara que combina presencia escultural con elegancia funcional, ideal para lugares donde la arquitectura exige luz y carácter.
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